Chemsex: Ocho cosas que debes saber
¿Qué es el chemsex?
El chemsex es una práctica sexual que implica el uso de drogas para intensificar la experiencia sexual. Es decir, se utilizan sustancias químicas para aumentar la libido, reducir la inhibición y prolongar la duración del encuentro sexual. Esta práctica es cada vez más común en la comunidad LGBT+ y puede ser muy peligrosa si no se toman las precauciones necesarias.
Por qué es peligroso el chemsex
El chemsex es peligroso por varias razones. En primer lugar, las drogas utilizadas en esta práctica pueden tener efectos secundarios graves, como taquicardia, convulsiones, paranoia y psicosis. Además, el uso prolongado de estas drogas puede provocar daños en el hígado, los riñones y el cerebro.
Otro riesgo asociado al chemsex es la transmisión de enfermedades sexuales. El uso de drogas puede reducir la percepción del riesgo y hacer que las personas se sientan más dispuestas a tener relaciones sexuales sin protección.
Cómo se relaciona el chemsex con la comunidad LGBT+
El chemsex es una práctica que se ha popularizado en la comunidad LGBT+, especialmente en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Esto se debe en parte a que la sociedad ha estigmatizado la sexualidad de las personas LGBT+ y ha creado barreras para el acceso a la educación sexual y la prevención de enfermedades. Como resultado, muchas personas LGBT+ han recurrido al chemsex como una forma de explorar su sexualidad y sentirse conectados con otros miembros de la comunidad.
Cuáles son las drogas más comunes en el chemsex
Las drogas más comunes utilizadas en el chemsex son la metanfetamina, la cocaína, el GHB y el éxtasis. Estas sustancias químicas tienen efectos estimulantes y eufóricos, lo que las hace atractivas para las personas que buscan intensificar la experiencia sexual. Sin embargo, estas drogas también tienen efectos secundarios graves y pueden ser muy adictivas.
Cómo se puede buscar ayuda si se tiene un problema con el chemsex
Si una persona tiene un problema con el chemsex, es importante buscar ayuda profesional lo antes posible. Hay muchas organizaciones y recursos disponibles para las personas que buscan recuperarse del uso de drogas y mejorar su salud sexual. Algunos ejemplos son:
– Centros de tratamiento de drogas y alcohol
– Grupos de apoyo para personas LGBT+
– Terapia individual o de pareja
– Organizaciones que ofrecen pruebas de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual
En conclusión, el chemsex es una práctica sexual que puede ser peligrosa si no se realiza con precaución. Es importante que las personas que deciden participar en el chemsex estén informadas sobre los riesgos asociados y tomen las medidas necesarias para proteger su salud y su bienestar. Si alguien tiene un problema con el chemsex, es importante buscar ayuda profesional para poder recuperarse y mejorar su calidad de vida.